La intersección de dos ecosistemas que descansan sobre el paradigma de los derechos humanos: el derecho a participar en la vida cultural, por un lado, y el de construcción de paz, por otro, se configura como un espacio de encuentro que ofrece múltiples potencialidades para explorar con el fin de construir un modelo de sociedad y de relaciones nacionales e internacionales basadas en la cooperación y en un desarrollo humano justo y sostenible. ¿Cuál es el valor de mediación de la cultura para la resolución de conflictos? ¿Pueden los proyectos culturales y artísticos resignificar el pasado y construir un futuro de paz? ¿Cómo convertir los procesos creativos en prácticas emancipadoras y reparadoras? ¿Son los ecosistemas culturales capaces de generar estructuras de apoyo frente a la represión o de convertirse en altavoz de denuncias?
