Ante el colapso ecosocial que presenciamos, cada día de forma más evidente, ¿qué importancia tiene la aparición de nuevos conceptos o paradigmas de protección como el de las bioculturas o la justicia climática y ecosocial? ¿Cómo de urgente es el impulso de modelos de desarrollo alternativos que unifiquen cultura y naturaleza? Como plantea Yayo Herrero, “somos naturaleza y nuestra vida está sujeta inevitablemente a los límites físicos de la Tierra”, lo que pone en evidencia la importancia de fomentar otros relatos culturales colectivos que cambien el paradigma del Antropoceno y propongan nuevas formas de relación con la biodiversidad y las especies no humanas. Relatos que ya están presentes en formas de vida tradicionales y en los saberes que estas implican, y que podemos ver cada vez más presentes en una nueva ola de normas y jurisprudencia que ha emergido en los últimos años frente a las devastadoras consecuencias de las actividades extractivistas que guían la deriva actual.
