El concepto de diversidad cultural ha ganado presencia en las políticas públicas, instituciones y discursos en torno a la convivencia, la inclusión y la representación. Sin embargo, ¿qué entendemos exactamente por diversidad cultural? ¿Hasta qué punto los marcos y las categorías que utilizamos para definirla son válidos o suficientes? ¿Qué implicaciones tiene seguir reproduciendo este paradigma? Esta mesa de debate propone una reflexión crítica y abierta sobre los límites, las tensiones y las posibilidades de la diversidad como categoría, y la urgencia de avanzar hacia conceptos más amplios y complejos que no se limiten a sumar identidades “diferentes” bajo un mismo marco, sino que permitan repensar los modos de reconocimiento, participación y convivencia desde una perspectiva realmente inclusiva, crítica y situada.
