El desarrollo de la inteligencia artificial plantea importantes desafíos éticos, sociales y ambientales, especialmente en relación con la reproducción de sesgos estructurales —sexistas, racistas, capacitistas— y con la invisibilización del trabajo humano que sostiene los sistemas de IA. Este debate discutirá la necesidad de una supervisión efectiva, de modelos más transparentes y auditables, y de marcos de responsabilidad para quienes los implementan. A partir de diferentes perspectivas —desde la arquitectura de los datos hasta la justicia digital en contextos globales— se explorarán también los costos ecológicos del entrenamiento masivo de modelos, y la urgencia de imaginar infraestructuras tecnológicas sostenibles, descentralizadas y culturalmente diversas.
