Aunque la cultura tiene un claro poder transformador, sigue estando en gran medida ausente de los marcos globales de políticas climáticas. Ignorar los conocimientos, las instituciones y las prácticas culturales en los principales marcos globales debilita las estrategias climáticas. Esto las desconecta de las realidades locales y las identidades comunitarias, perdiendo la oportunidad de liberar todo el potencial de la cultura para favorecer la resiliencia climática, la solidaridad y la justicia.
Esta sesión tiene como objetivo desafiar esta marginación y amplificar el llamado para que la cultura sea reconocida como un factor clave en la acción climática. Presentará cómo las redes culturales, junto con los gobiernos locales y regionales, pueden llevar a cabo acciones significativas de camino a la COP30. Apoyándose en el impulso existente, ayudará a garantizar un papel central de la cultura en la configuración de la agenda climática más allá de 2025.
