Esta mesa propone un cruce entre prácticas culturales que, desde diferentes territorios y contextos sociales, activan herramientas para el fortalecimiento comunitario, la construcción de narrativas propias y la transformación de las condiciones de vida. Son procesos que entienden la cultura no como un fin en sí mismo, sino como un medio para el ejercicio de derechos, la participación activa y la producción de vínculos sostenibles entre personas y espacios. Las experiencias compartidas en esta mesa se sitúan en una práctica crítica, en la que la cultura se entrelaza con lo cotidiano, lo político y lo territorial. Desde ahí, generan procesos de agenciamiento que no solo abren espacios de creación, sino que también permiten disputar el sentido de lo común y construir alternativas desde la ciudadanía.
